jueves, 6 de marzo de 2008

PASO RAYA

Para comenzar con una nueva instancia siempre es bueno hacer una evaluación de la que ya pasó. De todas formas este blog no intenta ser de actualidad, le interesa encontrar material valioso sin importar la fecha de su edición. Además estando en este lado del mundo es difícil acceder a determinadas cosas, sólo nos va llegando lo que queda filtrado dentro de lo mejorsito a los gustos de gente que está muy lejos nuestro y que seguramente son muy distintos a nosotros. No tiene mucho sentido armar listas ordenadas de lo mejor cuando ni siquiera podemos acceder a todo el material editado y nunca lo podremos hacer. Por eso la columna llamada "Niuverdades del día" donde se acumulan recomendaciones sin un criterio único más que el del gusto personal.
Pero teniendo en cuenta nuestras limitaciones, y tomando en consideración un criterio bastante universal, podemos arriesgarnos a sugerir algunos títulos. No vaya a ser que algún despistado se quede sin disfrutar del legado del año pasado. De todos modos no hay apuro, siempre habrá tiempo para la música.
Tom Merello nos sorprende con su disfraz de The nightwatchman y edita "One man revolution" revelándose como discípulo de la escuela Cohen, realizando un gran aporte.
Por su lado Devendra Banhart sigue experimentando con todo lo que tiene a la mano y pone a prueba nuestro eclecticismo con "Smokey rolls down thunder canyon", haciendo varios inventos valiosos.
Reaparece Radiohead desafiando al sistema industrial con "In rainbows", donde no inventa nada nuevo y continúa la línea de los últimos trabajos, pero extrañábamos la calidad de sus composiciones y su estética tan particular.
Otra cara conocida se hace visible de entre la niebla inglesa para hacer una confesión en términos modernos; Yoko Ono dice "Yes I´m a witch" y aplica todos sus hechizos a viejos temas que terminan teniendo una onda increíble.
Otra chica, no tan veterana pero que sabe muy bien lo que hace es P.J. Harvey, y se despacha con "White Chalk", tan delicado como intimista donde aflora una femineidad que antes estaba soslayada.
Otro que viene sacando discos hace tiempo viene con silbidos bajo las alas para picotear las cuerdas en "Armchair Apocrypha"; es Andrew Bird que logra una obra contundente y llena de buenas canciones como arreglos.
No nos olvidemos de nuestro amigo Rufus Wainwright que estuvo escuchando con cuidado a Thom Yorke y deja salir todo su brillo interior en "Release the stars", comprometido con el presente y con su arte.
Este año se confirma José González con "In our nature", que toca nuestras fibras más íntimas con su forma tan peculiar de cantar y con sus extraños arpegios; ¿será que mamó de sus padres la nostalgia rioplatense y la reconfiguró con nieve durante las largas noches suecas?.
No sorprende que The cinematic orchestra edite un trabajo de gran calidad como "Ma fleur", con un sonido pulido a través de la experiencia y con canciones de factura delicada.
No nos vayamos a olvidar del pequeño gran Zach Condon, que no se cuidó para nada de ocultar sus gustos por la música europea en el nuevo trabajo de su proyecto Beirut, "The flying club cup" digno heredero del brillante "Gulag Orkestar".
Dejando las sofisticaciones de lado vuelve el gran Nick Cave, pero esta vez como Grinderman editando un trabajo homónimo al emprendimiento con un sonido tan crudo que chorréa sangre hirviendo en cada track.
Este año se destaca una banda llamada The National, que parece seguir los pasos del predicador Cave y añade ribetes baladísticos del sr. Cohen en el disco "Boxer" con un concepto de la canción heredado de la vieja escuela que suena muy actual.
Los borrachines de Bright Eyes se lucen esta vez con "Cassadaga", con su característico estilo logran canciones de una melodía ineludible con la tristeza a flor de piel.
Pero si hablamos de tristeza, quién mejor para hacerlo que Lucinda Williams, veterana del country y del folk que nos deja el pecho partido al medio después de apreciar el último "West", casi una confesión con la voz carrasposa de quien ha transitado por las sendas oscuras de la vida.
Saliendo ya de lo clásico podemos volcarnos hacia Modest Mouse con su "We were dead before the ship even sank", obra que es casi imposible de encasillar pero fascina al escucha con su tan particular hibridación.
Desde Irlanda llegan The Frames con "The Cost" un pop-rock de alta calidad que repite fórmulas ya conocidas pero con buen gusto y un criterio propio.
Tengo que hablar de Nina Nastasia, que el pasado año realizó en colaboración con Jim White el hermoso "You follow me". Ya que estoy hablando de mujeres menciono a Marissa Nadler cuya obra del 2006 "Songs III: Bird on the water" nos muestra cómo el folk puede tomar nuevas y distintas formas.
En cuanto a la escena brasilera me gustaría acotar sólo dos trabajos en la inmensidad de ese universo tan basto y rico. Uno es casi mainstream ya que sus temas son usados por la Globo para bandas sonoras. Se trata de Vanessa da Mata, y la edición de "Sim" donde participan varios invitados incluyendo a Ben Harper. Ésta vez la artista se introduce en el reggae y logra temas diferentes a lo que venía proponiendo hasta el momento.
La otra recomendación es el disco "Segundo ao vivo" de María Rita, que viene acompañado de un DVD con el concierto y el `making of´ del disco. Se incluyen temas de su anterior trabajo "Segundo", y además composiciones de Jorge Drexler, Milton Nascimento, Rita Lee y Paulinho Moska. Con mucho cuidado podríamos ubicarla entre el jazz y la MPB.
En el 2007 también escuchamos cosas del 2006, como al genio de Caetano Veloso haciendo rock&roll junto a su hijo en el poderoso y descarnado "Cê".
Las canciones en castellano también deben tener su lugar en esta rápida enumeración. Antes que nada mencionar a los argentinos de Flormaleva que desde "Baldío" nos atrapan con la densidad de una bola de nieve negra que va cayendo a los más recónditos rincones oscuros del alma.
Y para no bajonearnos tanto podemos escuchar un poco de Kevin Johansen con su "Logo" que mantiene la calidad sobre esquemas ya usados, pero afortunadamente nos sigue desconcertando un poco con su variopinta propuesta.
Desde esta orilla del Plata también se proponen colores desde "Puerto mestizo" de Claudio Taddei, que hace candombe, murga, milonga, tango, carnavalito y en general un pop-rock de fina trama que sostiene textos respetables. Eso sí, es un disco for export desde Suiza con cariño, con poco de la paleta innovadora que Taddei acostumbra, y que en el contexto nacional pierde un poco de sustento. Está editado en el 2006 pero va igual.
Y si nos retrotraemos a ese año para lo que escuchamos en el 2007 con la atención que merece, debemos hablar de "Bardo", el disco de Fernando Cabrera. Un disco de poca duración, de sonido crudo pero con mucha cabeza, sudor y lágrimas adentro. Ningún disco de Cabrera puede pasar inadvertido.
Ahora volviendo al 2007 me gustaría destacar la labor casi individual de Ana Prada con su "Soy sola" cuyo nombre ya lo dice todo. Hay música popular sí, pero también pequeñas pinceladas pop y una estética despojada que habla con su propio idioma.

miércoles, 5 de marzo de 2008

DESDE EL POZO

Con la llegada de Marzo, los chicos vuelven a las aulas y también comienzan las clases en la Cueva. Así que los invito a comenzar con este nuevo año lectivo. La primera lección es sobre frustración, pero también sobre confirmaciones y esperanzas.
Tuvimos un fin de año particular en materia de espectáculos, al menos en lo que a mis intereses se refiere. Se sabe que la Pequeña Orquesta Reincidentes es de las bandas de cabecera de quien escribe. La última vez que habían estado en Uruguay fue en el 2004, en cuya oportunidad dieron una muestra cabal de su obra a pesar de algunos problemas de sonido. En esa oportunidad el énfasis estuvo en el disco "Miguita de Pan". Tres años más tarde vuelven a este lado de la orilla con un nuevo-viejo trabajo bajo el brazo, y con 15 años de música a cuestas. Es cierto que la última edición, "Capricho" no conformó completamente a los seguidores de la agrupación. Pero está claro que en general no buscan complacer a nadie más que a ellos mismos. Ese disco incluye algunos covers, temas instrumentales del largometraje "Whisky" y versiones en vivo de viejos temas. Es un disco extraño, poco parejo para mi gusto pero no hay duda que contiene algunas joyitas invaluables.
Antes de editar este antojo, se habían lucido con "Traje", sin duda un gran disco. Claro que era distinto a lo anterior pero en ciertos puntos mantiene una continuidad. Uno de los grandes valores que le encuentro a este grupo es la búsqueda constante y la reformulación de su estética, lo que los hace originales por encima de todo.
Venían a Montevideo después de tres años y no podía perderme el show, así que saqué la entrada con un mes de anticipación, asegurándome buenos lugares. Tenía los boletos en la billetera y se los mostraba a todos con los que me cruzaba. También a aquellos que no conocían ni el nombre de la banda, y los incitaba a que se arriesgaran a ir. Ese mes pasó muy lento, la fecha no llegaba nunca, el tiempo parecía dilatarse más y más. Coincidía con una época en que tenía muchísimo trabajo, afortunadamente, aunque eso no ayudaba a que cayeran las hojas del almanaque. La agenda se iba llenando, pero ese jueves era sagrado. A medida que el mes avanzaba la agenda siguió llenándose, las fechas empezaron a moverse, las hojas se entreveraron y las obligaciones se volvieron hostiles. Fue entonces que algo se escapó de su casillero, un compromiso atado perdió su día y casi por poder gravitacional fue a dar justo en el hueco tan cuidadosamente conservado. Ese jueves fue ultrajado, justo a la hora marcada fue violada la noche suscitando así el embrión de la frustración.
Transcurrían las horas en la confección de la pieza publicitaria que ahogó mis ilusiones, y no podía dejar de pensar en lo superfluo de todo eso. La razón más importante para hacerlo era que había dado mi palabra y ya no había vuelta atrás. La otra razón, mantener una continuidad de trabajo, trabajando y asegurarme así propuestas futuras. Y la otra razón, la de siempre, el dinero. Triste, pero cierto. Y en medio de elucubraciones desordenadas que se entreveraban con desazón e impotencia, hubo una revelación aleccionadora. Entendí que hay cosas más importantes que una promesa, incluso más prioritarias que el trabajo y aún más trascendentes que el dinero. Y esas cosas a uno le hacen bien.
Al otro día me fueron llegando las opiniones de quienes estuvieron presentes en la celebración de aquella noche. Había unanimidad en que fue un espectáculo de calidad excepcional tanto a nivel técnico como interpretativo. De la sala salieron maravillados aquellos que nunca habían escuchado un disco suyo y también los seguidores de siempre. Grande fue mi sorpresa cuando una amiga de este blog llegó con el audio grabado de todo el concierto e incluso algunos videos, lo cual me sirvió para formarme una idea de lo que fue esa fiesta. Le estaré eternamente agradecido. En el material pude apreciar el extenso repertorio que realizaron así como la efervescencia del público. El espectáculo duró más de dos horas con temas provenientes de todos los discos, incluso de los primeros. En la selección de piezas hubo una intensión de conquistar al público y seguramente que lograron seducirlo, creo que aún más allá de sus expectativas. Afortunadamente el show fue registrado por TV Ciudad y próximamente será exhibido como parte de la programacióbn de dicho canal. Pese a todo, sigo lamentando no haber podido asistir a uno de los eventos musicales más descollantes del 2007; No es lo mismo que te lo cuenten.
Se respiraban las fiestas con su denso aire de melancolía y azuzaban aún más el fuego acunado de la frustración. El panorama desde el pozo ardiente no era para nada excitante. Así transcurrieron los días siguientes, entre el alimento de la miseria y el regocijo del lamento. Hasta que un buen día me llegó una noticia como baldazo de litio. No pude ver a la Pequeña Orquesta, pero unos días antes de mi cumpleaños pude ver a Malpaso. No suenan bien, no son los mejores intérpretes y tampoco son puntuales, pero son para mi la mejor banda de rock del país a pesar de que ni siquiera hacen rock. Tuvimos algunos adelantos del trabajo que está por salir y disfrutamos de un festejo casi familiar. Esa noche tuve que dejar trabajos de lado, no me comprometí con nadie y en vez de generar divisas gasté mucho dinero. Pero no me importó, esa noche hubo tempestad en el escenario y la pude compartir con mis amigos. Me alegro de haber aprendido la lección.
Apreciando éstos espectáculos es reconfortante que una propuesta artística rioplatense interesante y original tenga sus confirmaciones a nivel de público. Es esperanzador para una escena tan mediocre y uniforme.